Un enfoque que aporta valor real al tribunal
Integrar el enfoque Reggio Emilia en unas oposiciones no es una cuestión estética ni una moda pasajera: es una forma de demostrar que dominas una pedagogía plenamente alineada con la visión de infancia que defiende la normativa vigente. El tribunal, acostumbrado a leer cientos de temas muy parecidos entre sí, reconoce de inmediato a quienes muestran una comprensión profunda de la etapa y son capaces de fundamentar sus decisiones metodológicas desde enfoques actuales y rigurosos.
Cuando un opositor introduce Reggio Emilia con sentido, muestra una mirada muy concreta hacia la educación: una mirada que confía en las capacidades del niño, que entiende el aprendizaje como un proceso relacional y que valora la exploración, la expresión y la autonomía como motores del desarrollo. Esto comunica al tribunal que eres un profesional que sabe observar, interpretar y acompañar a la infancia; y que tus propuestas no nacen de la improvisación, sino de un pensamiento educativo elaborado.
Este enfoque te permite diferenciarte porque aporta una forma de argumentar coherente y clara sobre organización del aula, selección de materiales, rol docente, participación familiar y evaluación, puntos clave en cualquier oposición.
La conexión natural entre Reggio Emilia y la LOMLOE
La LOMLOE ha consolidado una visión de la Educación Infantil donde el bienestar emocional, la identidad personal, la autonomía, la actividad exploratoria y la participación cobran un protagonismo central. El enfoque Reggio Emilia encaja de manera orgánica con esta concepción, ya que sus principios pedagógicos coinciden plenamente con los objetivos y la filosofía curricular.
Por ejemplo, la normativa insiste en la necesidad de ofrecer experiencias globales y significativas, y Reggio propone precisamente trabajar a partir de proyectos que nacen de intereses reales de los niños. La ley aboga por la participación activa de las familias, y Reggio entiende la comunidad educativa como una red de corresponsabilidad donde la familia forma parte activa del aprendizaje. La LOMLOE impulsa la inclusión y el respeto a la diversidad de ritmos y estilos, y Reggio ofrece un marco donde cada niño encuentra su forma propia de expresarse a través de los “cien lenguajes”.
Cuando introduces este enfoque en tus oposiciones, no lo haces como un elemento aislado, sino como un puente que te permite justificar decisiones metodológicas en coherencia con el marco legal. Esto es lo que marca la diferencia: no solo sabes qué dice el currículo, sino que sabes qué pedagogías lo encarnan y cómo traducirlo al aula.
Cómo relacionar Reggio Emilia con las áreas del currículo
Para que tu discurso opositor suene fundamentado y completo, es esencial conectar el enfoque con las áreas de Educación Infantil, ya que es aquí donde se concretan los aprendizajes esperados en la etapa. Presentar estas relaciones de manera clara y natural demuestra al tribunal que sabes diseñar propuestas basadas en el currículo, no en preferencias personales.
Crecimiento en armonía
En este área, Reggio Emilia ofrece aportes muy valiosos. El ambiente preparado —ordenado, accesible, cuidado estéticamente y diseñado para favorecer la autonomía— refuerza el desarrollo corporal, emocional y social del niño. Un aula inspirada en este enfoque permite que el niño gestione sus propios tiempos, explore con libertad, se autorregule y encuentre seguridad en un entorno estable y respetuoso.
Puedes explicar en tus temas o supuestos cómo este tipo de espacios facilita la autonomía en rutinas, la gestión emocional, el reconocimiento del propio cuerpo y el desarrollo de relaciones cooperativas entre iguales.
Descubrimiento y exploración del entorno
Aquí es donde la filosofía Reggio brilla de forma especialmente evidente. Convertir el entorno en un espacio de investigación significa que los niños no solo observan, sino que manipulan, comparan, preguntan y descubren. Los proyectos emergentes dan vida a esta área porque transforman la curiosidad espontánea en una secuencia de aprendizaje rica y globalizada.
Es muy potente describir cómo un fenómeno natural —las sombras, la lluvia, el cambio de estación, un nido de pájaros en el patio— puede convertirse en el origen de un proceso de investigación colectiva guiado por el docente, pero impulsado por la curiosidad infantil.
Comunicación y representación
La idea de los “cien lenguajes del niño” se relaciona de forma directa con esta área. Reggio Emilia legitima múltiples modos de expresión: verbal, plástica, corporal, musical, dramática, gráfica. Cuando expliques actividades o estrategias de evaluación, puedes justificar por qué recoges dibujos, maquetas, fotografías, construcciones o grabaciones como formas de representar el pensamiento infantil.
De este modo, conectas el enfoque con uno de los pilares actuales de la etapa: la expansión de los lenguajes expresivos como vías para comprender, comunicar y reflexionar.
Cómo introducir Reggio Emilia en el tema teórico
Integrar este enfoque en el tema teórico exige precisión y sutileza. No se trata de añadir un epígrafe independiente, sino de relacionarlo con el contenido que estés desarrollando. El tribunal valora que sepas hacerlo con naturalidad, mostrando que conoces el enfoque, pero también que sabes aplicarlo al currículo español.
Cuando hables de metodología, puedes destacar cómo Reggio apuesta por la acción, la exploración y el aprendizaje cooperativo. Si el tema trata sobre el papel del docente, introduce la idea del maestro como investigador, observador y guía que acompaña los procesos infantiles sin dirigirlos en exceso.
Si el tema aborda la organización del espacio, la noción del “tercer maestro” encaja perfectamente como referencia fundamentada. Explica cómo la luz, los materiales naturales, la estética y la distribución del aula favorecen la autonomía, la investigación y la convivencia.
Incluso en temas de evaluación, la documentación pedagógica propuesta por Reggio te permite justificar una evaluación continua, cualitativa y basada en la interpretación de evidencias.
5. El poder de Reggio Emilia en los supuestos prácticos
Los supuestos prácticos son el mejor escenario para demostrar que este enfoque no es solo teoría. Aquí el tribunal evalúa tu capacidad para actuar como docente dentro de un marco real.
Cuando diseñes una propuesta metodológica, puedes describir ambientes flexibles, rincones sensoriales, talleres de investigación, mesas de luz o materiales abiertos que favorezcan la curiosidad y la autonomía.
Si el supuesto plantea un conflicto entre niños, integra la escucha activa, la co-reflexión y la documentación como herramientas para comprender el proceso y acompañar su resolución.
Si se te pide justificar una actividad de expresión, utiliza la teoría de los “cien lenguajes” para explicar por qué permites que los niños representen una idea a través de pintura, construcción o dramatización.
Estas decisiones comunican al tribunal que sabes llevar la teoría a la práctica de manera coherente y fundamentada.
Aplicar Reggio Emilia en la situación de aprendizaje o programación
La programación es el espacio donde el tribunal ve tu pensamiento pedagógico en acción. Introducir Reggio Emilia significa que tus decisiones no solo están bien argumentadas, sino que son coherentes entre sí.
En una situación de aprendizaje inspirada en este enfoque, puedes explicar cómo organizas el aula, qué materiales eliges, cómo incorporas a las familias y cómo documentas el proceso para analizar el pensamiento infantil.
También puedes justificar cómo una pregunta espontánea del alumnado se convierte en el punto de partida de un proyecto. La clave está en mostrar que las propuestas no están cerradas de antemano, sino que se adaptan a lo que emerge en el grupo. Esto demuestra flexibilidad, escucha y capacidad de acompañar el aprendizaje real.
Integrar Reggio Emilia en tus oposiciones es una forma elegante de mostrar que entiendes la Educación Infantil desde un enfoque contemporáneo, sensible y basado en la evidencia. No es un accesorio, sino una forma de reforzar tu discurso pedagógico y de argumentar tus decisiones con sentido.
Si logras transmitir al tribunal que tus propuestas nacen del respeto profundo a la infancia, de la confianza en sus capacidades y de un pensamiento educativo fundamentado, destacarás de manera natural frente a otros opositores.
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